domingo, 1 de diciembre de 2013

Los Srs. Dow, Jones y Elliott

"Prácticamente todas las manifestaciones que resultan de nuestros procesos socioeconómicos siguen una ley que dan lugar a consecuencias similares y series de ondas e impulsos de un número definido. El mercado de acciones muestra los impulsos u ondas propio de la actividad socioeconómica". Principio de la Onda, R. N. Elliott

Nivel básico

A mediados del siglo XIX se desarrolló una de esas historias que sólo podían ocurrir en el nuevo continente. El sr. Charles Henry Dow, hijo de granjeros de  Connecticut, tuvo que trabajar duro y desde muy joven en el campo tras la muerte de su padre a los 6 años. Más tarde se hizo periodista, primero de sucesos y luego financiero, sin estudios superiores.
Conoció al señor Edward David Jones y juntos acabaron dando nombre al más famoso de los índices bursátiles, que no es el Dow Jones (porque hay miles con este nombre), sino Dow Jones Industrial Average (DJIA). Tambien fundaron el embrión de lo que ahora es el Wall Street Journal.
Al principio el DJIA era la suma aritmética del valor de las acciones dividido entre 12 (el número inicial de empresas que lo componía, en lugar de los 30 actuales)  aunque más tarde al valor se le aplicó un factor de corrección para tener en cuenta los splits de las acciones. Su primer valor era era de 40.94 puntos y de las empresas que lo formaban sólo queda General Electric.
Pero la mayor aportación de Dow que ahora nos interesa fue la Teoria de Dow acerca del movimiento de los precios que desarrolló a lo largo de los años después del examen de infinidad de gráficos y publicando sus estudios en 255 editoriales del Wall Street Journal.
Esta Teoria es la base del análisis técnico moderno y consta de seis principios:
  • Los precios lo reflejan todo.
  • Existen tres tendencias.
    • Primaria. Duración más de un año
    • Secundaria. Como correctora de la primaria y dura entre 3 semanas y 3 meses.
    • Terciaria. Como correctora de la secundaria y dura menos de 3 semanas.
  • La tendencia primaria tienes 3 fases. En una oportunidad latente, los primeros que se unen son los mejores informados, smart traders, luego se unirán los analistas técnicos y grandes inversores. Los medios se hacen eco de la oportunidad y por último se unen las masas. Es en este momento cuando el movimiento pierde fuerza y deja de ser rentable. Recuerda mucho al análisis de la burbuja de la entrada anterior y es un antecedente de las ondas de Elliott.
  • Principio de confirmación. En el que Dow lo aplicaba a sus índices industrial y de transportes, en la actualidad se interpreta más como una confirmación de dos indicadores poco correlacionados.
  • El volumen confirma la tendencia
  • Una tendencia es válida hasta que es sustituida por otra de sentido contraria.
Henry Dow murió en el año 1902 pero sentó las bases del que sería el análisis técnico moderno. Recordemos que en aquello no había los actuales ordenadores, ni la infinidad de indicadores que disponemos ahora ni las velas japonesas. Sus herramientas eran los pocos sofisticados gráficos manuales con únicamente los valores del cierre, el valor de sus indices y el volumen de negociación.

Fue Ralph Nelson Elliott quien más tarde desarrolló la teoría de Dow hasta que estableció el principio de las ondas que lleva su nombre. Elliott fue un economista brillante que trabajaba para el gobierno de los EEUU. Desplazado a Centroamérica, una grave enfermedad intestinal le obligó a retirarse de nuevo a su país. Pero su mente inquieta necesitaba desafíos que la estimularan, así que se dedicó al estudio del movimiento los precios en la bolsa. Eran los años 30 del siglo XX, y recopiló datos y gráficas de los últimos 75 años con periodos desde el año hasta la media hora. 
Un estudio sistemático y riguroso de esos datos durante cinco años le llevó al descubrimiento de una serie de patrones que se repetían y relacionados entre sí. Esas ideas las presentó al inversor J. Collins, y éste las puso a prueba. 
Quedó impresionado por los pronósticos de Elliott. Donde muchos otros sistemas que Collins había probado, sólo las ondas de Elliott parecían dar pronósticos fiables. Juntos, en el año 38, publicaron el libro "The Wave Principle" donde se recogían los estudios de Elliott.
Básicamente, y como ya veremos más adelante, Elliott propuso que el precio de los valores seguían unos movimientos impulsivos seguidos de unos correctivos. Estos movimientos se correspondrían con la psicología de las masas, movimientos de optimismo y pesimismo. Cada uno de estos impulsos, a su vez, están formados por una serie ondas: cinco en dirección al impulso (tendencia principal) y tres en dirección a la corrección (contra tendencia).

Así se presenta una Onda de Elliott alcista ideal:

Estas ondas a su vez estarían englobadas en ondas más grandes (de impulsos de mayores periodos de tiempo) y formadas a su vez por ondas más pequeñas (en períodos más cortos), en lo que años más tarde se llamaría comportamiento fractal. Los impulsos y retrocesos además siguen unas determinadas reglas y están muy relacionadas con la serie de Fibonacci. Esto se verá con más detalle en la próxima entrada.

La teoría de las ondas entra en clara contradicción con la hipótesis de los mercados eficientes, en la que según ésta, cuando haya suficiente número de traders que hagan uso de las ondas, toda ventaja que puedan aportar quedaría neutralizada y dejarían de ser efectivas. La realidad es que por un lado el recuento de ondas puede ser muy subjetivo y depende mucho del trader y por otro lado es que muchos grandes inversores basan su estrategia en el principio de las ondas y hasta ahora no sólo no se han arruinado sino que su fortuna va en aumento.





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